La prehistoria #10
El Paleolítico es una etapa de la prehistoria caracterizada por el uso de útiles de piedra tallada; aunque, también se usaban otras materias primas orgánicas para diversos utensilios: hueso, asta, madera, cuero, fibras vegetales... (peor conservadas y peor conocidas). Es el período más largo de la historia del ser humano
(de hecho abarca un 99% de la misma), se extiende desde hace unos 2,5 millones de años (en África) hasta hace unos 10 000 años. Edad de la Piedra, el término fue creado por un arqueólogo en 1865, por oposición al Neolítico; constituyendo juntas lo que se denomina Edad de Piedra (se insiste en la elaboración de utensilios de piedra para establecer la oposición a la Edad de los Metales).
El Paleolítico se caracteriza, a grandes rasgos, por la utilización de herramientas de piedra tallada, de ahí su nombre (también hay herramientas de madera y de hueso, pero su conservación es peor). Tradicionalmente el Paleolítico se divide en tres períodos, el Paleolítico Inferior, el Paleolítico Medio y el Paleolítico Superior.
El Paleolítico fue el primer período de la prehistoria y por lo tanto el primer período de la existencia del ser humano en la Tierra. En términos temporales, el Paleolítico ha sido ubicado entre los 2,5 millones y los 10.000 años antes de nuestra era. Su nombre ha sido otorgado en razón del tipo de herramientas encontradas para este momento, herramientas que se caracterizaban por ser básicos y simples instrumentos de piedra. El término Paleolítico significa en griego "piedra antigua".
Fue en el Paleolítico cuando los primeros homínidos, descendientes del Australopithecus, comenzaron a desarrollar sus propias herramientas con el objetivo de poder realizar diferentes actividades para su subsistencia. El primer antepasado del hombre en construir herramientas fue el Homo Habilis, a quien luego seguiría el Homo Erectus, el Hombre de Neanderthal y el Homo Sapiens Sapiens (actual ser humano), entre otros. Desde el primero hasta el actual ser humano, la construcción de herramientas evolucionaría cada vez más, lográndose instrumentos más complejos y eficientes con el pasar del tiempo.
El ser humano paleolítico se caracterizó por un estilo de vida basado en la caza y la recolección de alimentos. Esto significa que su existencia era de tipo predadora y no productiva ya que todavía no contaba con la posibilidad de elaborar su propio alimento, sino que debía obtener lo que la naturaleza le diera. Tal situación conllevaba la directa consecuencia de permanente agotamiento de los recursos, lo cual hacía al ser humano paleolítico tener que trasladarse de un lugar a otro en busca de nuevos recursos alimenticios. Esto significa que era un estilo de vida nómade en el cual las viviendas no eran permanentes si no que eran espacios de la naturaleza momentáneamente ocupados como lugares de protección y refugio.
Como uno de los elementos más importantes de este período, las pinturas rupestres fueron las que permitieron al ser humano paleolítico expresar sus miedos, sus sentimientos y sus pensamientos que se basaban en estructuras altamente mágicas y simbólicas. Al pintar los animales que lo rodeaban, el ser humano paleolítico estimaba que podría acercarse a ellos más fácilmente y obtener mayores logros en su tarea de caza y pesca.
Fue en el Paleolítico cuando los primeros homínidos, descendientes del Australopithecus, comenzaron a desarrollar sus propias herramientas con el objetivo de poder realizar diferentes actividades para su subsistencia. El primer antepasado del hombre en construir herramientas fue el Homo Habilis, a quien luego seguiría el Homo Erectus, el Hombre de Neanderthal y el Homo Sapiens Sapiens (actual ser humano), entre otros. Desde el primero hasta el actual ser humano, la construcción de herramientas evolucionaría cada vez más, lográndose instrumentos más complejos y eficientes con el pasar del tiempo.
El ser humano paleolítico se caracterizó por un estilo de vida basado en la caza y la recolección de alimentos. Esto significa que su existencia era de tipo predadora y no productiva ya que todavía no contaba con la posibilidad de elaborar su propio alimento, sino que debía obtener lo que la naturaleza le diera. Tal situación conllevaba la directa consecuencia de permanente agotamiento de los recursos, lo cual hacía al ser humano paleolítico tener que trasladarse de un lugar a otro en busca de nuevos recursos alimenticios. Esto significa que era un estilo de vida nómade en el cual las viviendas no eran permanentes si no que eran espacios de la naturaleza momentáneamente ocupados como lugares de protección y refugio.
Como uno de los elementos más importantes de este período, las pinturas rupestres fueron las que permitieron al ser humano paleolítico expresar sus miedos, sus sentimientos y sus pensamientos que se basaban en estructuras altamente mágicas y simbólicas. Al pintar los animales que lo rodeaban, el ser humano paleolítico estimaba que podría acercarse a ellos más fácilmente y obtener mayores logros en su tarea de caza y pesca.
Comentarios
Publicar un comentario